Love Story
La conoció en el Hard Rock Cafe de Puerto Hurraco. No tendría más de 15 primaveras, aunque sus 50 inviernos los había superado con creces. Tiraba cañas sin espuma, de esas que gustan a los alcohólicos y a nadie más. Una noche, enfermo de soledad, se armó de valor y le susurró una canción de Greta y los Garbo. Ella se hizo la difícil y le estampó una botella de Brugal en la cabeza. Mientras lo trasladaban a la ambulancia, con el ron corriéndole por las mejillas, todavía tuvo tiempo de decir lo siento.
¡Ay! Qué bonito.
Ander, sabía que a un romántico como tú le llegaría al corazón.
Es autobiográfico, ¿no? Ese conocimiento profundo del misterio del amor solo puede ser experimentado y muy reflexionado.
Como detalle te diré que ya no voy de bares sin mi escafandra.