Eso se avisa
Así que ser adulto era esto. Lo podían haber avisado antes. Lo peor no es la caída del pelo y las carnes fofas. La mayor tragedia de hacerse adulto es la falta de tiempo.
Cuando eres adolescente te pasas el día medio aburrido, te tiras las horas sentado en un banco, comiendo pipas con tus amigos y puntuando a toda mujer mayor de 13 y menor de 40. Al alcanzar la mayoría de edad la cosa cambia radicalmente, pasas las horas en la barra de un bar, bebiendo cañas con tus amigos y puntuando a toda mujer mayor de 15 y menor de 45. Todavía tienes en tu cabeza ideas absurdas, piensas que algún día trabajarás de lo que estás estudiando, o crees que cuando tengas novia dejarás de masturbarte. No lo sabes pero posees el valor más preciado, el tiempo.
Al llegar a la edad adulta ya estás jodido, sin darte cuenta te has metido en una ruleta diabólica. Te levantas, desayunas, trabajas, comes, trabajas, dispones de una hora de ocio que sueles dedicar a cosas estúpidas como escribir un blog, cenas, recoges, un pis y a la cama. Eso teniendo en cuenta que somos la generación más guarra de la historia, si aspiráramos a tener la casa igual de recogida y limpia que la de nuestros padres, tendríamos que pedir reducción de jornada, o un año sabático para empezar a combatir la costra de la bañera. Del fin de semana ni hablamos, si le quitas las compras, cuidado del hogar, compromisos familiares y la depresión “mañanaeslunes” se te queda en nada.
Lo más gracioso de todo esto, es cuando comentas estas cosas con alguna pareja, y se te ríen a la cara de tus lamentos. “¿Y tú te piensas que ahora no tienes tiempo? Espérate a que tengas hijos.”
Pues eso pienso yo, cuando tenga hijos qué va a ser de mí!!! Cómo lo haré?????
Tendrás que empezar a quitarte de algún vicio solitario, como ese pis antes de ir a dormir…