Vamos de cine
Esta semana arranca el 56 Festival de Cine de San Sebastián. Preparaos para ver colas kilométricas, salas abarrotadas y grandes actores como Miguel Ángel Silvestre o Antonio Banderas.
Siempre me han llamado la atención esas multitudes para ver películas en versión original. El resto del año, cosa curiosa, esa gente desaparece, y si vas al Trueba a ver una película en versión original subtitulada descubres que la sala está semivacía, y el 80% de los que están viendo la película son estudiantes norteamericanos o del Erasmus. Es significativo que una ciudad que tiene un festival de este nivel, durante todo el año sólo tenga una sala donde se proyecten asiduamente películas en V.O.S., y que además ese cine sea el peor de la ciudad. Yo al Trueba le tengo mucho cariño, pero tienes más posibilidades de desnucarte en una de sus salas que montando un pura sangre en el Grand National. Los que hayáis intentado dormir en una de sus butacas me entenderéis.

Otra cosa que llama la atención es la atracción que ejerce sobre el espectador la “Sección oficial“. La gente corre a esas sesiones como pollo sin cabeza, y las entradas se agotan rápidamente. Les da igual que sea una peli iraní sobre un agricultor con una sola pierna o un falso documental noruego cuyo mérito consiste en estar grabado con un dedazo puesto en el objetivo. Esas mismas películas, al estrenarse meses después en salas comerciales (si es que llegan), son retiradas a los pocos días por falta de público.
Puedo pecar de simplista y decir que San Sebastián es una ciudad burguesa, donde lo que importan son las apariencias, el que se te vea en la cola y el ir donde va todo el mundo. También podría decir que de unos años para acá la ciudad que me vio nacer parece diseñada para los que vienen a pasar cuatro días y no para los que viven en ella todo el año. Podría decir que es carísima. Podría decir que cómo se atreven a pedir ser capital cultural de nada cuando tienen una feria del libro que no tiene nada que envidiar al top-manta.
Podría decir todas esas cosas pero no lo voy a hacer. No soy tan simple.

Totalmente de acuerdo en todo, bueno, en casi todo. También viene Meryl Streep que sí es una gran actriz y el genial Woody Allen.
Por lo demás, sí, es verdad, aquí hay un afán terrible de ser GUAY DEL PARAGUAY.
Tampoco hay que entender mi texto como una crítica destructiva al festival. Se pueden ver muy buenas películas. Lo de qué actor venga o no venga a mí me es indiferente, aunque entiendo que para algunos sea importante.
Simplemente comento cosas que me parecen curiosas, o criticables, partiendo de la base de que es un lujo tener un festival de esta categoría a 15 minutos de casa.
Un saludo, antxo.