Sonrisa ante la tragedia
Es la magia de la televisión. En pantalla un primer plano de la víctima de una tragedia: puede ser un incendio, una agresión o un accidente de circulación. En mitad de su relato se observa una especie de mueca. Unos instantes después te das cuenta de que, en realidad, es una sonrisilla.

La lucha interior es tremenda, por un lado está pensando que su casa y sus pertenencias han quedado reducidas a cenizas, pero por otro lado no puede evitar pensar “¡Estoy saliendo en la tele!”.
Tristeza y vanidad, los músculos faciales reciben señales contradictorias y nos enseñan al ser humano en su estado más puro: confuso y con unas enormes ansias de trascendencia.

Y no te digo ya, los que queman su casa pa salir en la tele… esos se descojonan… un saludo a Mª Teresa Campos.
Muy bien visto. Es tremenda la fascinación que ejerce la tele. Hay mil ejemplos, pero recuerdo uno a botepronto. Llevábamos varias horas en una cuneta pirenaica, esperando a que pasaran los ciclistas del Tour, cuando por fin aparecieron las motos, los coches, los helicópteros. La pareja australiana que estaba junto a nosotros dio la espalda a la carretera y se puso a saltar y a zarandear su bandera, mostrándosela a uno de los helicópteros que volaba muy cerca. Pasaron los primeros ciclistas y los australianos seguían más concentrados en sacudir la bandera delante del helicóptero que en ver la carrera. Llevaban allí varias horas esperando a los ciclistas, pero ¡iban a salir en la tele! Al rato les explicamos que el helicóptero ante el que saltaban no era el que lleva las cámaras.
Oportunidad de oro, le haré llegar tu saludo a mi amiga Maritere.
Ander, la primera vez que oi hablar de ti fue en la tele, en una entrevista que te hicieron en Teledonosti para hablar de Vespaña. Ahora estoy enganchado a tu blog. Para que veas la fascinación que ejerce la caja tonta, 😉
Great arteilc, thank you again for writing.