Bar Tolomé
Yo Mismo En Mi Propia Mismidad (leyendo en voz alta frente a la pantalla del ordenador): Salimos del Bar Tolomé pasada la medianoche…
(Una figura que desprende una luz dorada se aparece en el centro de la habitación)
Guardián Del Humor Inteligente: Para, para. ¿No irás a publicar esa puta mierda? ¿Bar Tolomé?
YMEMPM: A mí me hace gracia.
GDHI: Vamos a ver. ¿Tú te consideras un tío inteligente?
YMEMPM: Me relaja mucho pensar que sí.
GDHI: Ahí voy, para demostrar que lo eres no puedes hacer un chiste que entienda todo el mundo. Tienes que empezar a separar el grano de la paja, los garrulos no merecen seguir leyendo tu blog. Haz una gracieta dejando caer el nombre de un escritor desconocido, pon algo en latín, habla de jazz…
YMEMPM: Yo es que libros raros no leo.
GDHI (enfadado y alzando la voz): ¿Y qué tendrá que ver? Lo importante no es ser culto, lo importante es parecerlo. A la gente le gusta sentir que pertenece a un club exclusivo, aunque luego no sepan pelar un cacahuete sin buscar el videotutorial en google.
YMEMPM: Creo que lo pillo. El problema es que tenía un buen final y ahora no sé si estará a la altura. A ver qué te parece.
El Guardián Del Humor Inteligente se acerca a la pantalla del ordenador y se inclina hacia adelante para leer mejor. Mientras tanto me levanto de la silla y me coloco a su espalda. Acaba la lectura, y todavía agachado pregunta con extrañeza.
GDHI: ¿El teto? ¿Qué es el teto?
Se moriría de la risa el GDHI, ¿no?
¡Tenías que haberlo visto! Le dio hasta un ataque de tos.
Me lo imagino, me lo imagino.
Como GDHI se pase por el blog cinematóngrafico de aquí al lado le da una subida de azúcar fijo.
¡Los que se pegan se quieren!
Ay, qué risa. Supongo que el final de la historia tiene algo que ver con ese supositorio de gazpacho del que hablas por ahí…
Piensa mal y acertarás.