Hormigas
Miras al suelo y descubres una hormiga. Sólo una, la sigues con la mirada y aparecen dos, tres, cinco, nueve más que recorren la cocina impunemente. Parece mentira que hasta hace un momento vivieras ajeno a esta realidad, como si la capacidad de ver hormigas te hubiera sido concedida de repente. Ahora se hace difícil llevar la cuenta, hay un montón de ellas por todas partes. Lo que más te preocupa no es cómo deshacerte de esos pequeños insectos, sino el tiempo que has tardado en darte cuenta de que convivías con ellos. Una de las hormigas asoma por debajo de la manga y avanza por el dorso de tu mano. Dudas entre matarla o aceptar la derrota, como si elegir una opción fuera a cambiar algo.
Yo siempre que veo una la mato. No sirve para nada, pero hace que me sienta mejor persona.
El jukebox, matar no hace a nadie mejor persona, aunque en tu caso me has hecho dudar.
Acabo de leerlo mientras cenaba:
“Edward O. Wilson, biólogo de Harvard y experto mirmecólogo, calcula que en todo el mundo puede haber entre 1.000 y 10.000 billones de hormigas*, lo que supondría alrededor de un millón de ejemplares por cada uno de nosotros. De hecho, es lo que parece cuando invaden nuestras cocinas.
*Y son comestibles. Las hormigas son una buena fuente de proteínas y están consideradas como un manjar en muchos lugares del mundo”.
Pues hala, menos quejarse y más ñampa zampa.
¡Vaya! Al firmar, me han queao secuelas de la Ley SinDe
Aner, hace unos día comentaba con unos amigos lo de comer hormigas y a ninguno nos daría especial asco. Se me había ocurrido una confitura de hormigas, imagina una tostada, una capa fina de mantequilla y por encima la mermelada de hormiga, estéticamente muy vistoso. Una especie de caviar de pobre.
Ander, ¿nos conocemos?
No he dicho que me haga mejor persona, sino que hace que me sienta.
Alguien me dijo que el vinagre las ahuyenta; por si no funcionara este método, con unas cebolletas y pepinillos conseguiríamos al menos unos buenos encurtidos: banderillas de hormigas, mmmmmm!
El Jukebox, se dice “hace que me siente”. Me imagino que lo dices porque después de cada hormiguicidio tomas asiento para reflexionar.
cio, con palillito para pinchar cada hormiga, abstenerse enfermos de parkinson.
¿Nadie va a decir nada sobre “mirmecólogo”? Tenía pensada una puya para meterme con vuestra ignorancia, pero vaya, qué nivel.
Ander, yo no conocía la palabra, pero no quería quedar de paleto en mi propio blog.
La RAE en mi ordenador dice “Aviso: La palabra mirmecólogo no está en el Diccionario. ”
Que alguien les avise de que esto es lo que se le llama a un señor que dedica más tiempo a observar hormigas que a matarlas o comérselas.
Por cierto, este post ha liberado a mucho mirmecófago.
cio, ya me parecía a mí. Si una palabra no me suena, lo más probable es que no exista.