Depende
En los últimos tiempos suelo responder a todas las preguntas que me hacen con un “depende”. Suelen decir que con el tiempo dejas de verlo todo blanco o negro, pero creo que verlo todo gris tampoco es muy positivo. Me pierdo en los matices, dudo, y trato de analizar todos los factores que intervienen en la toma de una decisión. Después de todo eso, y teniendo que dar una respuesta para no parecer idiota, digo lo primero que se me pasa por la cabeza o suelto un “depende” para ganar tiempo.
La vida es muy complicada y tengo muy pocas cosas claras. El otro día sin ir más lejos llamaron unos Testigos de Jehová a mi puerta. Cuando les dije que no creía en Dios me preguntaron si era ateo o agnóstico. “Ni lo uno ni lo otro” -les respondí- “yo lo que soy es incrédulo“. Tratar de ser ingenioso o gracioso ha hecho mucho daño a los Testigos de Jehová a lo largo de su historia. Sólo por tener esa paciencia y no darme una bofetada cada vez que les respondo con alguna gilipollez ya se han ganado el cielo, o lo que sea que aparezca dibujado en esos folletos tan coloristas.
Con el simple hecho de verbalizar o escribir algo ya se está perdiendo mucha información, si eso lo mezclas con un estado de ánimo determinado, le añades una pizca de intereses personales y lo sazonas con un desconocimiento amplio de la mayoría de los temas de los que se hablan, obtienes que una gran parte de las opiniones, respuestas o ideas que llegan a tus oídos son básicamente fuegos de artificio. Es decir, un inicio vistoso y ensordecedor, pero a nada que sepas esperar unos segundos, esa vistosidad se convierte en humo, desapareciendo y dejando paso al silencio envuelto en un olor desagradable.
El otro día me dijeron que mis textos basculaban entre el escepticismo y la melancolía. No se me ocurrió nada ingenioso que decir, así que me quedé callado. No creo que sea una mala opción.
Yo creo que los Testigos de Jehova tienen respuestas preparadas para casi cualquier contingencia, así que si preguntan ¿ateo o agnóstico? lo mejor es responder “homosexual autoritario” o sea, algo que ellos rechacen y a lo que no sepan cómo responder. Si el objetivo es que te dejen en paz, claro…
Lo de poner la otra mejilla se lo aprendieron bien. Además te tratan de vender su moto con gran seguridad y aplomo. Tú los miras como si fueran de otro planeta y ellos no se quitan la sonrisa de la boca.
Tienen mala prensa, aunque no tan mala como los informáticos.