Racismo: manual de uso y disfrute

Imaginemos que un estudio políticamente incorrectísimo sacara a la luz que el 15% de los gitanos circula sin seguro de automóvil. Ese mismo estudio mostraría también que los payos que conducen sin asegurar son un 5%. Imaginemos que este estudio existe y que además es verdad. Si introducimos estos porcentajes en un ordenador y creamos un sencillo programa, a la pregunta de “¿Es mejor tener un golpe en un semáforo con un gitano o con un payo?” el ordenador responderá siempre que mejor con el payo. Si la respuesta la dice una persona la respuesta es racista, mientras que si la dice una máquina no lo es. ¿Dónde está la diferencia?

La diferencia, quizás, es que nosotros somos capaces de contextualizar, analizar y no confundir causa con consecuencia. Esto es muy fácil de escribir pero muy difícil de hacer. Nos quedamos con un detalle -que es muy fácil de entender-, y preferimos no adentrarnos en la complejidad del cuadro completo, que no ofrece respuestas fáciles sino todo lo contrario. Genera incertidumbres y tiende a contradecir a otro de los amigos del racismo: el instinto, que nos lleva  a temer y rechazar al diferente. Si a esto le unimos una forma tramposa de interpretar nuestras experiencias el asunto se complica todavía más.

Hace un par de años llegó a mi barrio una familia gitana. Vestían a la última, los niños llevaban uniformes de colegios caros y todos eran educados y amables. Al poco se mudaron y en su lugar apareció otra familia gitana. Los niños van a menudo en pijama por la calle, rebuscan en la basura, la madre grita y discute con las vecinas, tienen la terraza hecha una leonera y el otro día la policía detuvo al padre por vender droga. Las buenas impresiones que me llevé de la primera familia no hicieron que cambiara el estereotipo que tengo sobre los gitanos, lo único que consiguieron fue que dudara sobre si realmente pertenecían a esa etnia. La segunda familia, en cambio, iba confirmando todos mis prejuicios, por lo que no dudé en ningún momento de que fueran gitanos. No sólo eso, sino que se han convertido en representantes del pueblo gitano y todo lo negativo que realizan se va incorporando a mi colección de tópicos sin cuestionamiento previo.

En resumen, comportarse  como una máquina (visión incompleta de la realidad)  o como un animal (dejarse guiar por el instinto) no ayuda a combatir el racismo, y lo que lo hace requiere tanto esfuerzo y motivación que casi lo convierte en una misión imposible.

En cualquier caso, esta entrada no pretende ser más que una pequeña recopilación de las trampas que hago en el solitario, que surge del malestar propio de alguien que se siente como un alcohólico que va todas las semanas a una reunión, reconoce que tiene un problema, y al llegar a casa se toma una copita de vino.

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10 Respuestas

  1. Ander dice:

    Ese mecanismo de la memoria selectiva funciona a todo trapo: los detalles que coinciden con nuestra idea previa los tenemos siempre muy presentes, mucho más que otros diez detalles que vayan contra esa idea previa. Así funciona en muchos casos la alarma social, la percepción de los miedos y las amenazas…

    Por eso titularon hace unas semanas que cuatro inmigrantes violaron a una mujer, cuando el titular de que cuatro hombres violaron a una inmigrante hubiera sido igual de cierto.

    Es muy difícil luchar contra el prejuicio y abarcar la complejidad, como dices, pero está bien que seamos conscientes.

  2. alfanje dice:

    No veo claro qué quieres decir con “no confundir causa y consecuencia”, he pensado que quizá querías decir correlación con causalidad, pero seguramente te refieres a otra cosa.

    Por otra parte, el asunto también está muy relacionado con el grado miserrimo de “alfabetización” estadística que hay en la sociedad (culpa a medias del sistema educatico y de los medios de comunicación) que hace que la intuición nos lleve a caer continuamente en la falacia ecológica y en la falacia individualista a la hora de procesar este tipo de sucesos.

  3. escéptico dice:

    Ander, lo primero es ser consciente y lo segundo querer combatir nuestra propias trampas. Todo muy difícil.

    alfanje, “correlación con causalidad” se ajusta más al ejemplo que he puesto, con “causa y consecuencia” me refería a algo más general.
    Soy consciente de que los medios de comunicación tienen parte de culpa, pero también quería echar balones dentro, por eso he contado lo de los vecinos gitanos. Lo de la “falacia ecológica” no lo conocía, interesante.
    http://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_ecol%C3%B3gica

  4. El jukebox dice:

    Todo esto es bien cierto. Y aún más: los prejuicios negativos se ejercen con más firmeza contra los más débiles. Todo el mundo sabe que también hay banqueros honrados, pese a que la experiencia nos dice que no es así.

  5. escéptico dice:

    El jukebox, habría que conocer a un banquero gitano y ver cómo encaja en nuestras prejuiciadas mentes.

  6. Magnífica entrada. Desde hace mucho tiempo que sospecho de aquellos que se definen como “no racistas”. A pesar de ser toda una declaración de buenas intenciones, a menudo se reduce a eso, buenas intenciones, sin autocrítica, sin reflexión. Hace algunas décadas se dio una curiosa transformación en la sociedad respecto a esta cuestión: la mayoría de la gente se empezó a considerar “no racista”. Siendo esto así, los cuestionarios que investigaban el tema empezaron a utilizar preguntas más indirectas como, por ejemplo: “¿Le gustaría tener a un gitano como vecino?”, ¿le gustaría que su hija se casara con un gitano?, dado que la pregunta directa no discriminaba en absoluto.
    Lo primero es tener buenas intenciones y lo segundo ser consciente. Y aún así, como bien dices, de vez en cuando seguimos tomando la copita de vino…

  7. escéptico dice:

    Gracias, pepita.
    No conozco a nadie que no sea racista. Puede que sea culpa mía por rodearme de impresentables. Como bien dices lo de dime de qué presumes y te diré de qué careces está más vigente que nunca. En todo.

  8. Irene dice:

    Thanks for spending time on the computer (wrniitg) so others don’t have to.

  1. 10 marzo 2011

    […] Racismo: manual de uso y disfrute, del Escéptico Confuso. […]

  2. 5 abril 2011

    […] que ni se le ocurra darles información sobre su vida. Nunca me cansaré de recomendar el brillante post de Escéptico, en el que habla de la percepción selectiva: si nuestros vecinos gitanos son ejemplares, no nos […]

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