Tedio

A veces me siento un niño atrapado en el cuerpo de un hombre. Llámalo inmadurez, espíritu joven o acné senil. Otras veces siento que mi vida se hace monótona, que tiendo al sedentarismo y al riesgo cero. Otras veces no siento nada, que es lo que algunos llaman estar en paz con uno mismo y otros denominamos aburrimiento.

Considero que el aburrimiento está infravalorado. Cada vez que oigo decir a alguien que no se aburre nunca siento pena. Se pierde uno de los estados de ánimo más fascinantes. Recuerdo momentos de aburrimiento con gran nitidez:

-Cuando era estudiante me encerraba en mi cuarto y simulaba estudiar durante horas. Era aburridísimo estar todo el rato ante la misma hoja, con la mirada perdida y sin que entrara ningún tipo de información a tu cerebro. Seguramente estudiar era menos aburrido que eso. Nunca lo llegué a comprobar.

-Agosto en la ribera navarra. Calor axfisiante, tres de la tarde. Nadie en la calle, los padres echando la siesta. Un silencio ensordecedor. Quedaban un par de años para descubrir la masturbación compulsiva. La desesperación llegó a tal punto que estuve a punto de escribir un diario. Nunca me lo hubiera perdonado. Opté por leer novelas de Stephen King.

-Domingo por la mañana. Misa de doce. Soy todavía demasiado pequeño y cobarde para rebelarme contra las imposiciones paternas. El cura cuenta la historia de Lázaro sin ninguna emoción. En un momento crítico, estoy a punto de convertirme en vegetal y realizar la fotosíntesis. La ausencia de luz natural impide la transformación. En el momento en el que Lázaro se levanta y anda, veo la luz y decido tener una charla con mis padres y dejar de ir a misa. No ceden, pero tras una dura negociación logro dejar de llevar para siempre los humillantes pantalones cortos.

-Sábado noche. Bar pequeño y lleno de gente. Música rancia. Viendo el panorama mi cerebro entra en modo standby y mi cuerpo en bajo consumo. Mis pulsaciones bajan, aunque mi hígado sigue segregando bilis en grandes cantidades. Llevo varios años saliendo todos los sábados y bebiendo la misma cerveza asquerosa. De repente toda la gente que veo en el bar me parece fea. Me planteo quedarme en casa el siguiente fin de semana.

Momentos de máximo aburrimiento, puntos de inflexión.

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2 Respuestas

  1. dune dice:

    me encanta tu blog, matxo.
    la fotosintesis…

  2. escéptico dice:

    Gracias dune, se hace lo que se puede. Lo de la fotosíntesis habrá que ensayarlo más.

    Un saludo.

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