He oído que a la tarde se va a nublar…
No sé mantener conversaciones intrascendentes. Es un hecho. Cuando coincido con alguien con el que no tengo demasiada confianza es un sinvivir, rebusco en mi memoria intereses comunes y no encuentro ninguno, o cuando lo encuentro ya nos hemos despedido. Asumo que el problema es mío, porque me siento estúpido hablando del tiempo, del siguiente pueblo en el que son fiestas o de “ese chico de tu edad cuya esquela viene hoy en el periódico”. Son temas de conversación importantes o socorridos para mucha gente, pero que a mí no me interesan en absoluto.
No os penséis ahora que no disfruto hablando de banalidades, mi problema es que mis temas banales no son mayoritarios. Si a eso le unimos que me falta esa habilidad social para llenar los silencios con naturalidad, podemos asegurar que no soy el conocido idóneo para encontrarte cada seis meses en el autobús. Si por casualidades del destino coincidimos en el mismo espacio-tiempo, por el bien de ambos huye de mí, haz como que lees el periódico, finge una llamada de móvil o un infarto y evita mirarme. Si no tienes más remedio que saludarme e intercambiar unas palabras ten paciencia. Piensa que yo lo estoy pasando tan mal como tú, o incluso peor.
Otro día hablaré de mi incapacidad para hablar de temas trascendentales. Eso sí que tiene miga.
Más bien parece que no hay un acuerdo sobre qué es trascendente.
A mí hablar del tiempo me parece de lo más trascendente. Y me encanta…
Alfiler, seguramente si llego a los 70 años el tema de las esquelas será para mí mucho más trascendental, y podré tener conversaciones interesantes con frases del tipo “Es curioso, se está muriendo gente que no se había muerto nunca.”
Pepita, respeto a la gente que disfruta hablando del tiempo. Lo de que sea trascendental ya depende de cada uno, entiendo que para Edurne Pasaban sea importante saber el tiempo que va a hacer el día que piensa atacar la cumbre.
Escéptico, me encantaría saber cuáles son tus minoritarios temas banales. ¿Las saltadoras de pértiga?
Aquí van unas propuestas:
http://anderiza.blogspot.com/2008/02/datos-tontos-para-cenas-raras.html
Lo de las saltadoras de pértiga es un clásico, englobado dentro del gran tema: ¿En qué deporte hay más tias buenas? Un neófito diría que en el volley playa, pero el tema es mucho más complejo y puede deparar sorpresas.
Lo de las 17 sustancias habrá que incorporarlo…
Ha llegado el día en que prefiero hablar de intrascendentalidades a tocar temas provoca-ulceras, a saber: las VPOs, la Real, la salud… en realidad, ya me aburren casi todos los temas, sobre todo cuando no hablo yo. En las cenas me limito a apostillar “anda, como en el capitulo tal de los Simpson”, y acto seguido el cerebro abandona mi cuerpo, como Homer cuando visita el Museo de la sidra y se encuentra con Flanders…
Venga coño, un poco de imaginacion…………., nada, ¿no?………. ale, ahi va una ayudita, raritos de los cojones.
¿ Que tal la ama ?
¿ En que andas ahora ?
Jo, Renteria esta muerto, ¿eh?
Nosotros solemos ir a la Fanderia con los crios, la han dejado superbien.
Ya era hora de que pusieran el carné del bus
Yo me suelo coger todo Agosto
Yo me bajo en Anoeta, me viene mejor, aguri.
Estoy con kid a., cada vez consumo más información deportiva, porque cada vez aguanto menos “los grandes temas”.
Para AITORETE:
-¿Te das cuenta de la hora que es y que todavía es de día?
-El agua estaba superbuena.
-Has adelgazado, ¿no?
-¿Te has enterado de lo de Iñaki?
-¿En esta terraza sirven?
-El domingo le vi poteando con la cuadrilla, y al día siguiente… no somos nada.
-Estos se pasan con el aire acondicionado.
Yo creia que habia consenso en cuanto al voley femenino. solo se me ocurren dos opciones, ambas minifalderas: tenis y hockey hierba.
¡Ay, qué mal debes pasarlo en los ascensores, amigo!